sábado, 30 de octubre de 2010

Berenjenas gratinadas

Las berenjenas quedan de lujo parar acompañar o mezclar con otros alimentos y servir gratinadas, uno de los modos en los que mejor se aprecia su sabor. Esta es una de mis recetas favoritas, además de las fritas y acompañadas de salmorejo cordobés o una reducción de Pedro Ximénez.

Las berenjenas pasadas por harina y  fritas en aceite de oliva virgen extra de Jaén acompañadas con miel de caña es otro delicioso manjar que no debes dejar de probar, te sorprenderá, seguro.

No obstante, hoy te propongo que las cocines gratinadas con gambas, jamón serrano y salsa bechamel. Un lujo para el paladar.

Ingredientes:
  • 2 berenjenas
  • Jamón serrano en dados
  • Gambas crudas
  • Aceite de oliva virgen extra de Jaén
  • Sal
  • Harina para rebozar
  • Salsa bechamel
  • Queso rallado para gratinar

Al lío:

Pelar y cortar en rodajas todas iguales las berenjenas. Pasar por harina y freír en el aceite de oliva bien caliente.Poner las rodajas de berenjena fritas en papel de cocina para evitar el exceso de aceite. Salpimentar.

Colocar en una fuente de horno una capa de berenjenas fritas. Cubrir con el jamón serrano en dados. Colocar otra capa de berenjenas. Cubrir con las gambas. Colocar otra capa de berenjenas. Cubrir con la salsa bechamel. Añadir queso rallado por encima y gratinar unos minutos.

Un blanco semi dulce conbina de maravilla con esta receta.

Salud!!


jueves, 28 de octubre de 2010

La verdad sobre los embutidos

Salchichón, chorizo, jamón, lomo… Solemos acusar a los embutidos de todos los males pero, a pesar de lo que se dice de ellos, tienen cosas buenas. Aquí os dejo un artículo publicado en el portal yahoo  en el que se ofrecen datos útiles para valorarlos en su justa medida.



Todo depende del tipo de embutido! La charcutería es muy variada y eso hace que el contenido en grasas oscile entre unos productos y otros. El jamón cocido, y sobre todo el desgrasado, aporta menos de 115 calorías por 100 gramos, menos que el pollo. El jamón crudo contiene entre 200 y 250 calorías por 100 gramos, menos que una bolsa de patatas fritas. El paté y el salchichón aumentan considerablemente la suma: la mayoría de los patés contienen entre 300 y 320 calorías por 100 gramos. Contrariamente a lo que podría pensarse, el embutido más calórico es el salami, con 550 calorías.

En conclusión, si los variamos y si limitamos los más calóricos a las grandes ocasiones, los embutidos no deberían ser un problema.

Sólo contienen grasas saturadas

La charcutería aporta alrededor de un 40 por ciento de ácidos grasos saturados. En su mayoría están compuestos de ácidos grasos insaturados. Cerca del 50 por ciento de estos lípidos son ácidos grasos monoinsaturados. Los embutidos también contienen ácidos grasos poliinsaturados, esencialmente bajo la forma de omega 6. Atención, no todos son iguales. Si una loncha de jamón (50 gramos) sólo contiene 5 gramos de lípidos, la misma cantidad de salchichón contiene más de 20 gramos… De modo que ojo con los excesos, la mayoría de los embutidos son extremadamente grasos y es mejor erradicarlos de la dieta si se tiene colesterol alto.

Un dato alentador: algunos ofrecen mucha cantidad de hierro y vitaminas del grupo B.

Están llenos de aditivos y de conservantes

En la zona de charcutería encontramos de todo y a todos los precios. Algunos embutidos se hacen de manera artesanal y a partir de ingredientes seleccionados cuidadosamente. Otros, más comunes, contienen estabilizantes, colorantes, conservantes y demás aditivos.


Hay un mundo entre un jamón Pata Negra y el que se vende envuelto en celofán o entre una salchicha de Francfort y una de paquete… A veces, el tipo de embalaje y el punto de venta del producto ofrecen una pauta sobre su calidad. En el supermercado, las denominaciones y las etiquetas permiten elegir con conocimiento de causa.

La mención “superior” indica simplemente que el producto tiene más cantidad de productos nobles y menos aditivos que los estándar. Para que se califiquen de “tradicionales”, los embutidos no deben contender ningún colorante y el número de aditivos debe ser muy reducido. Los “auténticos” precisan el origen geográfico del producto. Finalmente, la denominación “montaña” significa que las materias primas vienen de la montaña y que la fabricación tuvo lugar a muchos metros de altura.

Contienen mucha sal

Tradicionalmente, la sal se utiliza como conservador y para realzar el sabor. Los embutidos más salados son el jamón crudo, que contiene 6,5 gramos de sal por cada 100 gramos de producto, y el salchichón, con 4 gramos por cada 5,5. El paté y el resto de los embutidos cocidos (jamón, salchichón, lacón, lomo) tienen una cantidad de sal cercana a los 2, 5 gramos por 100 de producto. Los embutidos contribuyen a subir los niveles de sal y el exceso es nefasto para la salud. Las cantidades de sal recomendadas hoy en día se sitúan entorno a los 6 o los 8 gramos diarios. Un consejo a la hora de comerlos: no salar el resto de alimentos que acompañen el plato.

Fuente: yahoo.com

miércoles, 20 de octubre de 2010

Canelones rellenos de manitas de cerdo

Hay mil formas diferentes de cocinar unos buenos canelones con sus propias particularidades, que la separan de la forma de hacer del resto y que la convierten en única por su variedad. Este es un plato que cuenta con más de  500 años de historia. 

Amasar sal, harina y huevo, dándole la forma cuadrada tan característica, que una vez hervida, se enrolla y rellena al gusto: Es precisamente en las mil posibilidades de relleno que ofrece donde reside la clave de su éxito. Los canelones gozan de un amplísimo recetario que con el paso del tiempo ha ido cuajando en las cocinas europeas y muy pronto se comercializó en masa.

La salsa bechamel es también parte importante del canelón y puede realizarse de otras tantas formas diferentes, con aromas, texturas y sabores diferentes.

La receta que hoy os propongo la descubrí gracias al popular cocinero y amigo Manolo Rincón en el programa de televisión que hace algunos años presentaba en la televisión autonómica con un seguimiento expectacular de los andaluces, por su simpatía y complicidad con el público que solía acompañarle en plató, algo que por cierto, se convirtió en una experiencia pionera e innovadora en los programas de cocina de las televisiones en este país.



Canelones rellenos de manitas de cerdo

Ingredientes:
  • 4 manitas de cerdo
  • Pasta de canelones
  • Tocineta
  • Jamón serrano
  • Cebolla
  • Habas frescas
  • Tomate
  • Puerros
  • Zanahorias
  • Ajos
  • Aceite de oliva virgen extra de Jaén (zumo de oliva)
  • Pimienta y sal
A guisar:

En una olla ponemos a calentar 1 litro de agua junto con dos cucharadas de aceite y 1/2 cucharada de sal. Cuando empiece a hervir, echar los canelones de uno en uno y dejar cocer durante el tiempo que indique el paquete.

Cuando la pasta este cocida, sacarla e introducirla en un recipiente con agua fría para cortar la cocción y evitar que se ablanden demasiado. Dejarlos un minuto y sacarlos del agua fría. Dejarlos escurrir sobre de un paño limpio.

Mientras tanto, quemamos las manitas cortadas y las ponemos en la olla con tomate, zanahorias, pimienta y un puerro. Lo cubrimos de agua, salamos y lo dejamos hacer unas dos horas.

En una cazuela ponemos la cebolla junto con la tocineta, dejamos pochar y reservamos. Deshuesamos las manitas y las picamos en trozos muy pequeños. Las añadimos a la cazuela que teníamos reservada y lo rehogamos. Una vez templado rellenamos los canelones que tendremos preparados.

Rehogamos en una sartén habitas y un puerro cortado en juliana y reservamos. A continuación cocemos por separado las habitas y los puerros. Una vez cocidos ambos, los enfriamos. Reservar el agua de cocción de los puerros.

Para finalizar colocaremos en una placa de horno los canelones junto con el jugo de cerdo y los tendremos 15 min a 180°. Los servimos poniendo de camas las habitas.

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